Bull Runners Of Pamplona

Cada año, durante 8 días en julio, una horda de enormes toros de lidia recorren las calles adoquinadas, junto con una masa petrificada de buscadores de emociones fuertes. Las oscuras bestias rugen y resbalan; los hombres con paliacates rojos están esparcidos como bolos. Todo se trata de la emoción primordial de la persecución más espeluznante del mundo. Con una producción de años, este suntuoso documental en HD consigue acceso sin precedentes a la Carrera de los toros; la cámara está tan cerca que puede olerse el miedo y escuchar los sonidos de las fieras embravecidas. Los hombres resbalan, tropiezan y se enroscan con terror mientras los enormes animales los arrojan y pisotean. Con nítido y aterrorizante detalle este festín visual sirve a los persecutores y a los guerreros, como Conor Canton, quien enfrenta al toro cuyos cuernos lo atraviesan como un cuchillo que atraviesa una salchicha. Las cámaras HD de alta velocidad corren por cables colocados en las calles grabando la acción desde ángulos imposibles, ofreciendo una mirada íntima y perdurable de la relación entre toro y corredor. La bravuconería y la cerveza crean una mezcla que pone los nervios de punta. Los corredores piden protección a los santos, porque cuando corres con toros la tragedia sucede algunas veces. La tensión crece y luego, a través del polvo aparecen los toros. Es el momento de dejar de lado el miedo y empezar a correr y sobre todo, empezar a calcular cómo no sufrir el corte agudo de un cuerno furioso o el duro golpe de una pezuña con 700 kg de peso detrás. Cada verano los jóvenes atraviesan continentes para llegar a la antigua ciudad de Pamplona y encontrar la gloria danzando en los cuernos de un toro. Es una ceremonia que data de 1385, cuando los primeros toros salvajes corrieron por el pueblo. Los lugareños esperan a los maestros, los corredores expertos, que corren junto a los toros por las calles, y los llevan hacia el ruedo al final. Los Maestros pasan la orgullosa tradición de padre a hijo, enseñando cómo hacer que los toros sigan corriendo en la dirección correcta, exhortándolos a mantener la calma. Julien Medina ha corrido por cuarenta años, ahora, habiendo recibido una cornada, se esfuerza por no renunciar. Sin embargo, tras la gloria de la tradición se esconde el patetismo: los protestantes que piden la prohibición de las corridas de toros yacen en las calles, pintados con negro y rojo. Y el joven Nicholas Ward se encuentra en el hospital conteniendo las lágrimas. Lo que empezó como un paseo turístico terminó con él recibiendo una cornada por parte de un toro y su columna rota en tres puntos. Como lo dice el periodista Jim Hollander «la muerte está en las calles y la única forma de capturar el espíritu de la carrera es fotografiar algo empapado». Algunos no volverán a correr, ninguno olvidará la experiencia. Todos tienen sus propias motivaciones para desear participar en un espectáculo en su juego con la muerte. Un documental con todo el drama, color y nitidez vívida de un largometraje. Documental y Biografía Acción y Aventura Película Extranjera

4.8

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